Policiales

Agricultor desamparado: Asediado por delincuentes en su huerta

Don Armando Barreto, un horticultor de Itauguá, vive sumido en el miedo y la desesperación, víctima de constantes robos. La última incursión dejó una pérdida de G. 4 millones en lechugas, empeorando su situación económica y emocional.

Imagen generada por DALL-E.

Don Armando Barreto, un reconocido horticultor en Itauguá, enfrenta una creciente ola de inseguridad que ha devastado su medio de vida. Recientemente, sufrió el hurto de toda su producción de lechugas, valorada en aproximadamente G. 4 millones, exacerbando su situación de temor y hartazgo.

La vulnerabilidad de Barreto a estos actos delictivos se ha intensificado en los últimos meses. Noche tras noche, su huerta ha sido objeto de pequeños hurtos, con delincuentes sustrayendo diversos productos. Sin embargo, el incidente más reciente, que involucró la totalidad de su cosecha de lechugas, ha marcado un punto crítico en esta serie de robos.

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El impacto económico de estos sucesos es severo. Don Armando, al relatar su experiencia, expresó su desolación ante la imposibilidad de afrontar sus compromisos financieros, como los pagos a la ANDE, debido a las pérdidas ocasionadas por los robos. Esta situación lo sume en una profunda desesperación.

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En un intento desesperado por proteger su propiedad, Barreto decidió montar guardia en su huerta. Sin embargo, fue confrontado por presuntos drogadictos armados con un machete, obligándolo a retirarse y permitir el hurto. Este incidente resalta la gravedad de la inseguridad que enfrentan los agricultores en la zona.

La respuesta gubernamental a esta situación ha sido insuficiente. Don Armando critica la apatía y la inacción de las autoridades, señalando que los esfuerzos policiales son mínimos y que la protección a los productores rurales es prácticamente inexistente. Su decepción es compartida por muchos en su comunidad, quienes sienten que la seguridad rural ha sido descuidada.

Además de los robos, Don Armando ha sufrido intrusiones en su residencia, aunque en esas ocasiones sus perros disuadieron a los intrusos. Este patrón de delitos en su contra y la falta de una respuesta gubernamental efectiva reflejan una crisis de seguridad rural que afecta no solo a Barreto sino a toda la comunidad de Itauguá.

Fuente: ABC Color