El crecimiento económico en Paraguay, estimado en un 4,5%, es motivo de celebración a nivel macroeconómico, pero lamentablemente no ha tenido un impacto significativo en los sectores más vulnerables de la población. A pesar de este repunte, muchas personas continúan luchando contra la informalidad laboral y los altos precios de los alimentos, según expertos en economía.
El economista Fernando Masi, del Centro de Análisis y Difusión de Economía Paraguaya (Cadep), señala que si bien se está cerrando un buen año desde una perspectiva económica, con un fuerte repunte en el sector agrícola, este crecimiento no se ha traducido en una reducción de la pobreza ni en la generación de empleos de calidad para los sectores más vulnerables. “No hubo repercusión en reducción de la pobreza o la generación de más y mejores empleos que se espera de una economía en crecimiento”, afirma Masi.
El economista también destaca la concentración de ingresos en ciertas actividades productivas que generan pocos empleos y enfatiza que el desafío radica en avanzar en la diversificación de la economía, promoviendo una mayor industrialización que permita la creación de empleos dignos para los sectores más vulnerables, que actualmente subsisten en la informalidad.
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En cuanto a la inflación, Masi menciona que, si bien se ha observado una reducción en el índice general (3,7%), el impacto de los altos precios de los alimentos sigue siendo significativo (7,3%). Esto afecta especialmente a los segmentos de menores ingresos, que destinan una parte considerable de su presupuesto a la compra de alimentos básicos.
El analista Amílcar Ferreira también comenta sobre la situación económica y destaca el crecimiento del 4,5% como un logro importante para Paraguay, situándolo entre las economías de mayor expansión en la región. Ferreira resalta las expectativas positivas para el año 2024 y considera la apertura del mercado de Estados Unidos para la carne vacuna paraguaya como la noticia económica más relevante del año.
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Sin embargo, este analista enfatiza que la apertura de nuevos mercados representa un desafío para el sector ganadero y la industria frigorífica, que deben aumentar la oferta y mejorar su capacidad de producción. También señala que, a pesar de avances como la Ley de Supervisión de Pensiones, Paraguay ha retrocedido en el clima de confianza política y la percepción de corrupción debido a recientes escándalos, lo que dificulta la calificación de riesgos y el acceso al tan deseado “grado de inversión”.
Fuente: ABC Color
