Postulación de Máximo Medina como presidente de seccional. Foto: ABC.
La reciente trayectoria de Máximo Gabriel Medina en la Cámara de Diputados levantó un manto de controversia.
Medina, quien comenzó su andadura en esta institución con un salario de G. 5.000.000, vio cómo su remuneración se elevaba hasta los G. 29.084.600 tras un giro en su carrera política.
Este abogado, egresado de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) con un promedio modesto en 2015, fue una figura destacada en el ámbito político. Inicialmente, Medina fue candidato a presidente de la Seccional Colorada Nº 21 de Asunción por el movimiento Fuerza Republicana, aunque no obtuvo la victoria en las internas frente a Julio Vega.
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Durante la administración de Mario Abdo Benítez, Medina gozó de una posición privilegiada, siendo comisionado a la Secretaría de la Función Pública (SFP) como director jurídico. Esta designación fue obra de Daniel Centurión, entonces ministro secretario ejecutivo de la Secretaría Nacional Anticorrupción (SENAC). Sin embargo, tras las internas coloradas y la derrota de Arnoldo Wiens, Medina cambió su lealtad, abandonando a Centurión y alineándose con el cartismo para apoyar la candidatura de Raúl Latorre a la Cámara Baja.
Una vez en el poder, Latorre nombró a Medina como director jurídico de la Cámara de Diputados en julio, una posición asignada sin concurso y con un sustancial aumento salarial. Ayer, en una conferencia de prensa, Latorre presentó a Medina en un doble rol, añadiendo a sus responsabilidades el cargo de director Interino de Recursos Humanos, con el objetivo declarado de combatir el planillerismo en la institución.
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Sin embargo, cuando los periodistas indagaron sobre las acusaciones de nepotismo en el Congreso Nacional, Medina negó categóricamente la existencia de tales prácticas. Su intento de equiparar el reglamento interno de la Cámara de Diputados con la ley de Nepotismo generó críticas, señalando un desconocimiento de la jerarquía legal en Paraguay.
Fuente: ABC Color.
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