En medio de una ola de críticas y cuestionamientos, Alejandro Ovelar, hijo del senador Silvio “Beto” Ovelar, se negó a renunciar a su puesto en el Congreso Nacional.
En una reciente declaración, afirmó que su posición no es resultado de nepotismo, sino de méritos propios y aseguró que cumple adecuadamente sus funciones.
Alejandro Ovelar, estudiante de Derecho y funcionario del Congreso, rechazó las acusaciones de nepotismo relacionadas con su contratación. Aseguró que su puesto se debe a su experiencia en cuestiones gremiales y a sus relaciones con varios diputados, quienes reconocen sus aptitudes y formación.
El joven Ovelar explicó que, si bien se encuentra en formación académica, posee la idoneidad necesaria para desempeñar sus funciones en el Congreso. A pesar de la controversia, mantuvo que su contratación se debe a su mérito y capacidad, y no a la influencia de su padre.
Alejandro enfatizó que su relación profesional en el ámbito legislativo está separada de la figura de su padre. Aseguró que su experiencia previa en el trabajo legislativo le proporcionó la oportunidad de ocupar su actual cargo.
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Sin embargo, las declaraciones de Alejandro no lograron aclarar completamente cuáles son los méritos específicos que justifican su puesto a su corta edad. Aunque mencionó su rol en tareas administrativas y gestiones, existen dudas respecto a la naturaleza exacta de su contribución y experiencia.
Alejandro Ovelar insistió en que su presencia en el Congreso no es resultado de la influencia de su padre. Subrayó que sus acciones y decisiones son independientes de la posición que “Beto” Ovelar ostenta en el Senado.
En un giro interesante, Alejandro declaró que no contempla la renuncia, incluso si su padre se lo solicitara.
A pesar de afirmar que cumple un horario de trabajo de 8:00 a 14:00, Alejandro admitió que no siempre se encuentra en la oficina, debido a tareas externas justificadas dentro de su rol.
Fuente: ABC.