La exportación de soja desde Paraguay a Argentina ha alcanzado niveles que plantean un desafío significativo para la agroindustria local. Según el último reporte de octubre de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), en tres de los últimos cuatro años, las exportaciones de soja paraguaya a Argentina han superado la capacidad de procesamiento local. Este fenómeno es una señal clara de la importancia de abordar la industrialización de las materias primas agrícolas en Paraguay.
Hasta octubre del presente año, las exportaciones del complejo soja han generado más de USD 4.226 millones en divisas, marcando un impresionante aumento del 88% en comparación con el mismo período del año anterior. De este total, aproximadamente el 28%, es decir, alrededor de USD 1.190 millones, correspondió a las exportaciones de aceite, harina y cascarilla de soja. Aunque este porcentaje refleja un aumento del 11% en comparación con el mismo mes del año anterior, queda por debajo de la variación en la industrialización de soja en el período analizado.
El volumen total de soja y sus derivados exportados hasta octubre ascendió a aproximadamente 7,80 millones de toneladas. En contraste, la industrialización acumulada de oleaginosas alcanzó las 2.595.203 toneladas hasta el décimo mes del año, mostrando una mejora del 8% en comparación con el promedio para este período en los últimos tres años. Estos datos resaltan la necesidad de una estrategia clara para fortalecer la capacidad de procesamiento local y potenciar la competitividad de la agroindustria paraguaya en el escenario internacional.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) ha enfatizado la importancia de establecer una política industrial sólida que brinde ventajas a las agroindustrias locales. Es fundamental que estas empresas tengan la oportunidad de competir en igualdad de condiciones con las industrias extranjeras. La industrialización de las materias primas agrícolas es un componente crucial para agregar valor a la producción agrícola y fortalecer la economía del país.
Este desafío presenta una oportunidad para que Paraguay desarrolle una estrategia sólida que promueva la industrialización de sus productos agrícolas y, al mismo tiempo, genere empleo y crecimiento económico en el país. Para lograrlo, es esencial que se brinden condiciones favorables a las agroindustrias nacionales y se establezcan políticas que fomenten la inversión en tecnología y procesos de producción más eficientes.
Fuente: El Nacional.
