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COP28: Histórico acuerdo para la “transición” energética y abandono de combustibles fósiles

La 28ª conferencia del cambio climático aprobó este miércoles un histórico llamado para una «transición» para abandonar las energías fósiles.

Foto: El Economista.

La 28ª Conferencia del Cambio Climático (COP28) ha adoptado un acuerdo histórico para iniciar una “transición” global hacia el abandono de las energías fósiles. Esta decisión, anunciada por el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, representa un avance significativo en la lucha contra el cambio climático y pone las bases para una transformación histórica en el manejo de la energía a nivel mundial.

Por primera vez, un acuerdo de este calibre incluye un lenguaje específico sobre la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles, hecho celebrado por líderes y delegados de casi 200 naciones. Los Emiratos Árabes Unidos, como séptima potencia petrolera del mundo y anfitrión de la cumbre, han jugado un papel crucial en alcanzar este consenso, a pesar de las críticas previas sobre su posición en la producción de petróleo.

La comunidad internacional ha recibido mayormente con entusiasmo este paso hacia la eliminación de los combustibles fósiles, aunque ha habido críticas por parte de las naciones insulares. Estos estados, vulnerables a los efectos del cambio climático, consideran que el acuerdo no ha logrado un cambio de rumbo suficiente.

Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de ONU Clima, ha descrito el acuerdo como “el principio del fin” de la era de los combustibles fósiles, aunque reconoce que aún queda mucho por hacer. Stiell ha subrayado la importancia de convertir los compromisos en resultados concretos y ha destacado los beneficios de una acción climática más audaz.

Figuras destacadas como John Kerry, enviado presidencial de Estados Unidos para el clima, y Wopke Hoekstra, comisario de Acción Climática de la Unión Europea, han celebrado el acuerdo, reconociendo la cooperación global que lo hizo posible. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha resaltado el papel de Europa en la formación del acuerdo, considerándolo un punto de inflexión global y el inicio de una nueva era post-fósil.

La decisión de la COP28 ha sido acogida con satisfacción por gobiernos de todo el mundo, incluyendo Alemania y el Reino Unido, que ven en este acuerdo un paso fundamental hacia un futuro energético más limpio y sostenible.

No obstante, las críticas de los países insulares han destacado la necesidad de acciones más drásticas y una mayor ambición en la lucha contra el cambio climático. Madeleine Diouf Sarr, presidenta del Grupo de Países Menos Desarrollados, ha expresado su preocupación por las lagunas del acuerdo, que podrían limitar las reducciones de emisiones y la ambición necesarias para abordar la crisis climática de manera efectiva.

Fuente: El Economista.