El presidente Santiago Peña y el vicepresidente Pedro Alliana conversan con Denis Lichi, durante la misa central de Caacupé esta mañana. Estuvieron acompañados de numerosas autoridades más, como el ministro Eugenio Giménez Rolón (izquierda, mirando al costado).
La misa central en honor a la Virgen de Caacupé, un evento que tradicionalmente congrega a miles de fieles en un ambiente de devoción y respeto, este año se vio marcada por un inesperado evento. En la explanada de la Basílica, un ciudadano interrumpió la lectura de monseñor Ricardo Valenzuela, convirtiendo el acto religioso en un improvisado foro de reclamos sociales.
El incidente se desató cuando un hombre llamado Rodrigo Piatti, activista y excandidato a diputado y concejal, visiblemente indignado, se levantó entre la multitud y, dirigiéndose al presidente Santiago Peña y a su esposa, Leticia Ocampos, les exigió un compromiso público de no intervenir en los fondos de los jubilados.
Este pedido cobró mayor relevancia considerando el contexto actual, donde se debate la creación de una Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, una propuesta que ha generado preocupación entre los ciudadanos, especialmente entre jubilados y pensionados.
El reclamo del ciudadano fue respaldado por otros asistentes, quienes se unieron a los gritos, poniendo de manifiesto la creciente inquietud por el futuro de las pensiones en Paraguay.
La tensión se palpaba en el aire, mientras la mayoría de las autoridades presentes mantenían una expresión seria, excepto Peña, quien respondió con una sonrisa, sin abordar directamente los reclamos.
Monseñor Ricardo Valenzuela, en su lectura de la “Carta al pueblo paraguayo”, no dejó pasar por alto este incidente. Abordó la temática de los fondos jubilatorios, destacando la importancia de mantenerlos seguros para asegurar una vida digna a los trabajadores.
Además, hizo un llamado a respetar y no abusar de la confianza del pueblo paraguayo, un mensaje que resonó con fuerza en un momento donde la confianza en las instituciones se ve amenazada.
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La situación en Caacupé refleja una realidad más amplia en Paraguay, donde la preocupación por el manejo de los fondos públicos y la protección de los derechos de los jubilados está en el centro del debate político y social.
La presencia de legisladores colorados cartistas en la misa y la acusación de que “se van a ir a negociar bajo la mesa” el proyecto, subraya la complejidad y la urgencia del asunto.
Este año, la misa central en Caacupé trascendió lo puramente religioso para convertirse en un espacio de expresión ciudadana. Los fieles, más allá de buscar consuelo espiritual, aprovecharon la ocasión para hacer oír su voz sobre temas que afectan directamente sus vidas y su bienestar.
Fuente: ABC Color
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