La aparición de los caracoles africanos (Achatina fulica) en un barrio de Ciudad del Este, ha desatado una alerta sanitaria emitida por el Ministerio de Salud. Originarios de África, estos moluscos se adaptan a cualquier ambiente, aunque prefieren las zonas cálidas. Su presencia en Paraguay se ha registrado en departamentos como Canindeyú, Misiones y Alto Paraná.
Los caracoles africanos pueden medir hasta nueve centímetros de largo y cuatro de ancho. Su caparazón es puntiagudo, de color castaño y con bandas longitudinales en tonos claros y oscuros. Un truncamiento en la base del caparazón les distingue de otras especies.
El problema radica en que estos caracoles son reservorios de parásitos que pueden ser transmitidos a las personas. Por ello, el Ministerio de Salud ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir posibles contagios.
En primer lugar, se pide a la ciudadanía que evite la manipulación directa de estos caracoles. Si se encuentra uno, se debe evitar que su baba entre en contacto con los ojos, nariz y boca. Si fuera necesario manipularlos, se deben utilizar guantes.
Además, se insta a la población a no mantener estos caracoles como mascotas, debido al riesgo que representan para la salud humana. Asimismo, es importante recordar que los alimentos deben lavarse con agua potable antes de su consumo, ya que podrían contener estadios del caracol.
Vecinos del barrio San Alfredo en Ciudad del Este han reportado la aparición de estos caracoles tras las recientes inundaciones. Al regresar a sus hogares después del desborde del arroyo Amambay, muchos encontraron estos moluscos en el interior de sus viviendas.
Fuente: Última Hora.
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