En un contexto donde los feminicidios y las denuncias por violencia contra la mujer van en aumento, surge una pregunta crucial: ¿cómo podemos contribuir a detener esta alarmante tendencia?
La psicóloga clínica Angélica Roa nos brinda algunas respuestas clave, destacando la importancia de crear un “círculo de apoyo” para las víctimas.
Muchos casos de violencia se denuncian, pero luego son dejados en el olvido. Esta situación se complica cuando la víctima teme que su agresor, a menudo el padre de sus hijos, sea encarcelado o ella misma no tenga un lugar a donde ir.
Roa insiste en que cada caso es único y debe ser abordado según su gravedad.
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El primer paso en ayudar a una víctima de violencia es reconocer que un acercamiento directo, especialmente de alguien sin una relación de confianza, como un vecino, puede no ser recomendable. Si conoces un caso de violencia en tu barrio, lo ideal sería contactar a alguien cercano a la víctima, como una prima, amiga o vecina de confianza.
“Las redes sociales pueden ser una herramienta útil para encontrar a estas personas de confianza”, explica Roa. Una vez establecido este vínculo, es más factible que la víctima se sienta motivada y segura para realizar una denuncia, sabiendo que cuenta con un respaldo.
Sin embargo, en situaciones de riesgo extremo o casos graves, la prioridad es informar a las autoridades. El Ministerio de la Mujer, por ejemplo, ofrece un servicio gratuito de ayuda las 24 horas a través del número 137.
Roa también aborda la cuestión del “concepto de género”, señalando que la violencia de género es una problemática estructural, aprendida socialmente, y no una diferencia natural entre hombres y mujeres.
Según la experta, el enfoque del Estado en estos casos suele ser demasiado generalizado, lo que no contribuye a la disminución de la violencia de género.
Es fundamental, entonces, que la sociedad en su conjunto tome conciencia y se involucre activamente en la prevención y el apoyo a las víctimas de violencia de género.
Esto implica no solo actuar en casos individuales sino también abogar por políticas públicas más efectivas y una educación que desafíe las estructuras de género violentas y opresivas.
La lucha contra la violencia de género requiere un esfuerzo colectivo y un compromiso con la transformación social. Solo así podremos aspirar a una sociedad donde la seguridad y la igualdad no sean solo ideales, sino una realidad cotidiana.
Fuente: ABC Color
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