En una intervención que ha sacudido el panorama político, la senadora liberal Celeste Amarilla ha lanzado una dura advertencia: eliminar los subsidios a los partidos políticos abriría las puertas del Congreso a personas adineradas y, potencialmente, a criminales. Esta declaración surge en un contexto de debate sobre la reforma del sistema de financiamiento político en el país.
En una conversación con ABC Cardinal, Amarilla ha reafirmado su postura a favor de mantener los subsidios como un mecanismo para mitigar la influencia del “dinero sucio” en la política.
Según ella, la presencia de fondos ilícitos es una realidad en el Parlamento, provenientes de empresarios sin escrúpulos, corrupción en licitaciones y, más alarmantemente, del narcotráfico.
La senadora ha sido crítica del funcionamiento actual del sistema de subsidios dentro de su propio partido, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), señalando que los fondos suelen concentrarse en la candidatura presidencial, dejando a otros candidatos en la necesidad de buscar financiamiento externo.
Sin embargo, argumenta que la solución no es eliminar estos subsidios, sino mejorar su transparencia y gestión.
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El debate se intensifica con la reciente propuesta del exsenador Alfredo Jaeggli, quien ofreció pagar la deuda de 8 millones de dólares del PLRA junto con un grupo de “amigos” no identificados. Amarilla calificó esta propuesta de “peligrosísima”, sugiriendo que podría ser un intento de lavado de dinero.
La senadora también cuestionó por qué estos supuestos benefactores no han colaborado con el partido antes, insinuando que hay intereses ocultos detrás de la oferta. Además, manifestó su disposición a dividir el partido si no se rectifica el rumbo actual, especialmente tras la reciente derrota en las elecciones generales.
El caso del PLRA no es único. Otros partidos, incluyendo la Asociación Nacional Republicana (ANR), también enfrentan desafíos similares en cuanto a la gestión de sus finanzas.
La preocupación de Amarilla es compartida por muchos ciudadanos que temen que la eliminación de subsidios estatales conduzca a un escenario donde solo los más adinerados o aquellos con vínculos con actividades ilícitas puedan aspirar a cargos públicos.
Fuente: ABC Color
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