Un estudio reciente arrojó luz sobre la creciente evidencia que vincula el consumo de alimentos ultraprocesados con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, particularmente en el tracto digestivo superior. Este descubrimiento se suma a la preocupación sobre los efectos negativos que estos alimentos pueden tener en nuestra salud.
Los investigadores encontraron que las personas que consumían un 10% más de alimentos ultraprocesados que otros en el estudio tenían un riesgo 23% mayor de cáncer de cabeza y cuello y un riesgo 24% mayor de adenocarcinoma de esófago.
La doctora Helen Croker, del Fondo Internacional Mundial de Investigación del Cáncer, financiadora del estudio, destacó que esta investigación aporta a un conjunto de evidencias que sugieren un vínculo entre los alimentos ultraprocesados y el riesgo de cáncer.
La necesidad de más investigación y recopilación de datos para comprender mejor este vínculo fue enfatizada por el doctor Ingre Huybrechts, coautor del estudio y epidemiólogo nutricional de la División de Nutrición y Metabolismo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
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Los alimentos ultraprocesados, como refrescos, patatas fritas, nuggets, sopas envasadas, helados, entre otros, suelen contener ingredientes y aditivos poco comunes en las cocinas domésticas. Estos incluyen conservantes para resistir moho y bacterias; emulsionantes para mantener unidos ingredientes incompatibles; colorantes y tintes artificiales; agentes antiespumantes, espesantes, blanqueantes, gelificantes y glaseantes; y azúcar, sal y grasas añadidas o modificadas diseñadas para mejorar el sabor y la apariencia de los alimentos.
El estudio publicado en el European Journal of Nutrition analizó datos dietéticos y de estilo de vida, incluido el consumo de alimentos ultraprocesados, de 450.111 adultos participantes en la Investigación prospectiva europea sobre el cáncer y la nutrición (EPIC). Este análisis reveló que el sobrepeso o la obesidad, factores de riesgo conocidos para al menos 13 tipos de cáncer, incluido el esófago, son solo una parte de la asociación estadística entre los alimentos ultraprocesados y los cánceres del tracto digestivo superior.
Curiosamente, el estudio también encontró una relación entre los alimentos ultraprocesados y las muertes accidentales, lo que sugiere que estos alimentos pueden ser un marcador de circunstancias adversas en general, como la pobreza, la discriminación y el deterioro ambiental.
Este estudio se suma a investigaciones anteriores que vincularon los alimentos ultraprocesados con un mayor riesgo de cáncer colorrectal en hombres, así como un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y muerte prematura en ambos sexos.
Otro estudio encontró que cada incremento del 10% en el consumo de alimentos ultraprocesados se asociaba con un aumento del 2% en el desarrollo de cualquier tipo de cáncer y un aumento del 19% en el riesgo de ser diagnosticado con cáncer de ovario.
Fuente: CNN.