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La gran sequía del Chaco: Un acueducto fallido y la lucha por el agua

La crisis de sequía en el Chaco se agrava ante un acueducto que nunca funcionó plenamente, pese a la inversión de USD 130 millones. Las comunidades más alejadas aún necesitan ayuda.

Foto: Gentileza.

El Chaco paraguayo se encuentra en medio de una severa crisis de sequía que se ve agravada por el fracaso de un acueducto que prometía ser la solución al problema del agua en la región. A pesar de que su funcionamiento inicial en el año 2020 fue óptimo, hoy es considerado un fracaso. “El acueducto nunca funcionó en su totalidad”, aseguró Harold Bergen, gobernador del departamento de Boquerón.

La situación se complica con la escasez de agua, el calor extremo y la ayuda insuficiente para todas las comunidades. Aunque tanto la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) como la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) asisten a varias zonas del Chaco, las localidades más alejadas aún requieren mayor ayuda.

Según Bergen, hasta el momento se están cubriendo las necesidades básicas en la zona, donde los habitantes están acostumbrados a utilizar lo mínimo de agua según su disponibilidad. “Tenemos comunidades que se encuentran a 200 kilómetros de la capital departamental que están recibiendo agua”, señaló.

El acueducto que debía llevar agua desde Puerto Casado hasta Loma Plata para distribuirla a todas las comunidades, solo funcionó desde el 2020 hasta septiembre del 2022. “Nos ayudó mucho en los años de mucha sequía, pero ahora falta que vuelva a funcionar porque nunca funcionó en su totalidad, en la cantidad que estaba prevista. Siempre trabajó a medias”, especificó Bergen.

El gobernador agregó que el acueducto “nació mal” en el 2012, durante la presidencia de Fernando Lugo. La forma en que se dejó la obra y los caños, hacía difícil creer que iba a funcionar. El problema radica en la cañería por falta de mantenimiento, ya que el bombeo funciona.

El acueducto, que tuvo una inversión de unos USD 130 millones, dejó de funcionar en septiembre del 2022, al igual que las desalinizadoras que fueron instaladas durante el gobierno de Lugo y que nunca funcionaron. “Para la inauguración trajeron agua”, explicó Bergen.

Ante esta crisis, el gobernador pidió más fuentes de agua y la reparación del acueducto, así como más reservorios de agua. “Tenemos que preguntarnos cuánto nos cuesta no hacer o hacer mal (el acueducto), porque estamos trayendo agua de Asunción y el costo es muy alto. Me marean los números”, reflexionó.

Fuente: ABC Color