La comunidad cultural de Paraguay se encuentra de luto. Annick Sanjurjo Casciero, destacada escritora e investigadora del Ñanduti, falleció el pasado 13 de noviembre a los 89 años en su residencia en Maryland, Estados Unidos. Sanjurjo deja un legado invaluable en la cultura paraguaya gracias a su dedicación y pasión por nuestro tradicional tejido, el Ñanduti.
Nacida en Asunción el 4 de octubre de 1934, Sanjurjo se graduó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Asunción, donde también ejerció como docente.
En 1975 emigró a Estados Unidos, donde profundizó sus estudios sobre las artes plásticas latinoamericanas y las expresiones artesanales de nuestro país.
Su obra más reconocida es “Ñanduti, encaje paraguayo”, publicada en diciembre de 2001. En ella, Sanjurjo reunió su amplia investigación sobre este emblemático tejido artesanal, convirtiéndose en una referencia indiscutible para quienes deseen adentrarse en la riqueza y complejidad de esta expresión cultural.
Annick Sanjurjo no solo se limitó a la investigación académica. Su hijo Rodrigo Alba destacó en Facebook la sensibilidad de su madre, quien prefería hablar directamente con las tejedoras, sumergirse en su mundo y entender el significado de su labor desde su propia voz. Esta cercanía con las tejedoras le permitió descubrir historias ocultas entre los hilos del Ñanduti y entender que este arte es mucho más que folclore.
En reconocimiento a su contribución a la cultura paraguaya, parte de su colección de Ñanduti se exhibe en la Fundación Texo para el Arte Contemporáneo, en una sala dedicada al arte popular que lleva su nombre.
Además de su trabajo con el Ñanduti, Sanjurjo realizó importantes publicaciones sobre la obra del escritor Gabriel Casaccia y las artes visuales en Paraguay.
También ocupó varios cargos en la Organización de Estados Americanos (OEA) y trabajó en los archivos del Museo de Arte Contemporáneo de América Latina de esta institución.
La partida de Annick Sanjurjo es una pérdida irreparable para la cultura paraguaya. Sin embargo, su legado perdura y seguirá iluminando el camino de aquellos que busquen entender y valorar nuestro patrimonio cultural. Descanse en paz, Annick Sanjurjo, la gran dama del Ñanduti.
Fuente: ABC Color