La paz del astro brasileño del balompié, Neymar Jr., se vio abruptamente interrumpida este martes, tras un aterrador suceso que pudo haber cambiado la vida de su familia para siempre.
Un grupo de hombres armados intentó secuestrar a Mavie, la hija recién nacida de Neymar, y a su pareja, Bruna Biancardi, en su residencia situada en las afueras de la cosmopolita San Paulo.
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El intento de secuestro, que por fortuna no llegó a concretarse, se registró en el Distrito Policial de Cotia, una zona que, si bien está a las puertas de una de las urbes más bulliciosas de América Latina, no escapa a los tentáculos del crimen organizado.
La rápida acción de la Guardia Civil Municipal fue clave, pues gracias a la alerta de vecinos atentos, los oficiales pudieron rodear la propiedad y capturar a uno de los malhechores, mientras que los demás consiguieron huir.
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Los asaltantes, en un acto de descaro, dejaron maniatados a los progenitores de la influencer brasileña, para luego saquear la casa, llevándose bolsas, relojes y joyas; bienes materiales que, aunque de valor, palidecen en importancia frente a la seguridad y el bienestar de los seres queridos.
Neymar, recientemente operado y aún en recuperación, no se manifestó públicamente más allá de un conciso mensaje que confirma el bienestar de su familia tras el incidente.
Por su parte, Bruna Biancardi, en un intento por aplacar las especulaciones y preocupaciones, aseguró a través de un mensaje que “gracias a Dios está todo bien”.
Fuente: Marca.
