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Peña y evangélicos en encrucijada por Convenio UE

Presidente Peña defiende convenio con UE ante evangélicos desilusionados.

El presidente Santiago (d) reunido con pastores evangélicos este viernes. Gentileza

En un escenario marcado por promesas incumplidas y valores en disputa, el presidente Santiago Peña sostuvo una reunión con líderes evangélicos, en un intento por suavizar las tensiones generadas por su cambio de postura respecto al convenio de colaboración educativa con la Unión Europea.

Este convenio, que había prometido derogar durante su campaña, sigue vigente, generando un cisma entre el Gobierno y sectores conservadores.

En el encuentro celebrado en el Centro Familiar de Adoración, Peña defendió la permanencia del convenio, aunque con “adendas” que respeten los principios de la Constitución Nacional.

Enfatizó la importancia del matrimonio y la familia como ejes centrales de la sociedad, buscando así un puente hacia el entendimiento con el colectivo evangélico, que ve en este acuerdo una amenaza a los valores tradicionales por la introducción del concepto de “ideología de género”.

La controversia se avivó con el rechazo del Senado a la derogación del convenio, un giro que contrasta con las promesas electorales del presidente. Este revés legislativo se interpretó en círculos conservadores como una traición, un sentir que resonó en las palabras de Osvaldo Centurión, presidente de la Asociación de Iglesias Evangélicas del Paraguay, quien calificó la situación de “cuchillada en la espalda”.

La comunidad evangélica, aunque abierta al diálogo, se muestra desilusionada. El pastor Carlos de la Sobera expresó que las acciones del Gobierno “dejaron mucho qué desear” en la defensa de los principios y valores que profesan. Por su parte, Peña apela al diálogo “fluido y fraterno” para encontrar puntos de coincidencia y trabajar por el bienestar de la familia paraguaya.

La situación pone de relieve la tensión entre la necesidad de colaboración internacional y la presión de los sectores conservadores, un dilema que no solo afecta a Paraguay sino a la región en su conjunto.

La posición de Peña, una vez firme en la campaña, ahora se tambalea entre la fidelidad a sus votantes y las exigencias de un contexto globalizado que impone sus propias reglas.

 

Fuente: ABC Color