La desaparición de los sargentos Alexis Teobaldo Sosa Leiva y Domingo David Ríos Domínguez en el arroyo Lambaré ha generado una honda preocupación en la sociedad capitalina. El general César Moreno, comandante del Ejército, ha roto el silencio y expresado su angustia ante este hecho que mantiene en vilo al país.
Lo que debía ser una misión rutinaria se convirtió en tragedia cuando un raudal, fruto de las intensas lluvias, arrastró a los militares.
Moreno, visiblemente afectado, rompió el silencio en el segundo día de la búsqueda. “Siento mucho esto, me apena muchísimo. Tengo una gran angustia por lo que están pasando los familiares”, expresó desde la desembocadura del río Paraguay, donde continúan las labores de búsqueda.
Moreno lamentó que los sargentos iban a su encuentro para cumplir con una actividad oficial cuando ocurrió la tragedia. “Tengo que dar la cara y más siento porque iban a mi búsqueda. Ellos iban para que yo cumpla con un servicio”, confesó. En un intento de poner en palabras el dolor que siente, Moreno se refirió como padre e hijo: “No existe ni una sola palabra que pueda decir para calmar la angustia que todos sentimos”.
La desaparición de los militares ha dejado al descubierto otra realidad preocupante: la falta de preparación de las ciudades del área metropolitana para lidiar con fenómenos naturales como las fuertes lluvias. Las intensas precipitaciones de los últimos días han causado inundaciones significativas y destrozos en varias zonas.
Moreno explicó que los militares tienen que estar alerta las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y no cuentan con un horario específico de trabajo. A pesar de la adversidad, el comandante se mantiene esperanzado y comprometido con la búsqueda. “Estamos pendientes de un milagro. La esperanza es lo último que se pierde, pero vamos a continuar la búsqueda”, garantizó.
Cerca de 300 militares están desplegados desde el arroyo Lambaré hasta la desembocadura del río Paraguay en busca de los desaparecidos. Además, trece embarcaciones y un equipo de alrededor de 60 personas, integrado por personal de la Armada Paraguaya, la Policía Nacional, bomberos voluntarios y pescadores, también participan en las labores de búsqueda.
La camioneta en la que los sargentos Sosa y Ríos viajaban fue encontrada en el arroyo Lambaré, pero aún no hay rastros de los militares. La desaparición de los militares y la inadecuada respuesta de la ciudad a las lluvias intensas son un llamado de atención sobre la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y la preparación para fenómenos naturales.
Fuente: Última Hora.
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