El exdirector de la TV Pública Paraguay, Cristian César Turrini Ayala, ha sido condenado a 20 años de prisión por su implicación en el tráfico internacional de drogas y asociación criminal. El Tribunal de Sentencia ha encontrado pruebas suficientes para vincular a Turrini con la remisión al exterior de 2.906 kilos de cocaína incautados en el Puerto Privado Terport de Villeta, en 2020.
El Tribunal, presidido por el juez Víctor Alfieri e integrado por Alba González y Dina Marchuk, ha emitido su veredicto tras un juicio en el que se demostró que Turrini realizó los trámites para enviar una carga de cocaína entre carbón vegetal con destino a Israel. Esta carga fue incautada en el operativo Swiffer y es uno de los casos más grandes de tráfico de drogas en la historia reciente de Paraguay.
La Ley N° 1340/88 Especial de Drogas y su modificatoria Ley N° 1881/2002, establece que la comisión de los hechos punibles de tráfico internacional de drogas y asociación criminal, delitos por los cuales ha sido condenado Turrini, puede conllevar una pena de hasta 30 años. Sin embargo, el Tribunal decidió aplicar el artículo 43 de la Ley Nº 1340/88, que permite la disminución de hasta la quinta parte de la condena en casos en los que el procesado proporciona información que permite el decomiso de sustancias ilícitas o el desmantelamiento de organizaciones criminales.
Sorprendentemente, la pena impuesta a Turrini es superior a la solicitada por la Fiscalía. Los fiscales de Narcotráfico Elva Cáceres y Osmar Segovia habían solicitado una pena de 15 años de cárcel para Cristian Turrini. Ante esta situación, el abogado defensor de Turrini, Eduardo Cazenave, manifestó su sorpresa y adelantó que presentará una apelación una vez que tenga la sentencia completa.
Cristian Turrini no se quedó callado. Esposado y escoltado fuera de la sala de juicios, Turrini expresó críticas hacia la fiscala Elva Cáceres y su labor investigativa.
En particular, cuestionó el caso de una mesa metálica contaminada con restos de cocaína, que fue incautada de un depósito. Según Turrini, “no se encontró nada, no se menciona una mesa metálica en el acta y cuando supuestamente nosotros inclusive solicitamos las fotos del primer allanamiento tampoco nos entregaron y 17 días después se allana otra vez y ahí sí se encuentra la mesa contaminada, en ese momento yo pedí la pericia y me negaron”.
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En el marco de este caso, también se espera que Miguel Ángel Servín Palacios, alias “Celular”, afronte juicio oral y público. Servín es el presunto dueño de la cocaína incautada y se le considera el jefe de Turrini. La jueza penal de garantías Especializada en Crimen Organizado Rosarito Montanía lo determinó a través del AI N° 202.
De acuerdo con la acusación formulada por la fiscala de Narcotráfico Elva Cáceres, Servín era el líder de una organización criminal de tráfico de drogas, cuyo objetivo final era introducir el producto resultante de sus operaciones al mercado financiero nacional. Según los datos obtenidos mediante pericias a aparatos electrónicos incautados a Turrini, Servín contó con la colaboración de Turrini para sus operaciones desde el año 2014.
Las investigaciones del Ministerio Público se centraron inicialmente en Turrini tras la incautación de 3.406 kilos de cocaína en el Puerto de Amberes, Bélgica, en junio de 2020. La droga estaba oculta en un contenedor lleno de carbón vegetal destinado a la empresa “National Coal Supply Company” en Israel.
En el marco de este caso, se realizaron varios operativos que resultaron en la incautación de 2.906 kilos de cocaína ocultos entre carbón en el Puerto Privado Terport de Villeta. Estas cargas también estaban consignadas a la misma empresa en Israel y habían sido enviadas por Alberto Antonio Ayala Jacquet, un exportador que también está siendo investigado.
La Fiscalía sostiene que Servín fue el creador y líder de la organización criminal, encargado de establecer contactos con los compradores extranjeros de la droga. Según las investigaciones, estos compradores se comunicaban con Turrini para solicitar cargas de carbón, proporcionando así una apariencia lícita a las operaciones.
Las investigaciones han revelado que Servín y Turrini mantenían una relación desde 2001, cuando Servín fue acusado de narcotráfico. A partir de 2015, tanto el Ministerio Público como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) comenzaron a investigar sus actividades, dando lugar a una serie de casos que incluyen “Magnus”, “Diximus”, “Texas” y “Anterpia”.
Las comunicaciones interceptadas en estas investigaciones han permitido establecer el esquema de la organización criminal y el papel desempeñado por Servín y Turrini. Se descubrió que la organización utilizaba pistas clandestinas en el Chaco Paraguayo para transportar grandes cargamentos de cocaína desde Bolivia al territorio paraguayo.
Fuente: ABC Color.
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