Imagen: Archivo ÚH.
Los jueces Gustavo Amarilla y Rosarito Montanía han anunciado que ya no firmarán resoluciones para enviar a internos a la cárcel de Tacumbú, en desacuerdo con la decisión del Ministerio de Justicia de reabrir el penal.
Esta medida surge como una estrategia para debilitar al clan Rotela, que actualmente controla dicha penitenciaría.
Ambos magistrados han expresado su preocupación por la situación de superpoblación y hacinamiento en la que viven los reclusos en Tacumbú. Según ellos, la llegada de nuevos internos solo serviría para “alimentar las potencialidades del clan Rotela”.
Amarilla, quien ha recopilado información de policías, guardiacárceles y abogados, sostiene que “la penitenciaría de Tacumbú hasta un punto nomás está a cargo del Estado, pero el resto no”.
En este sentido, Amarilla subraya la necesidad de ser astutos e inteligentes para debilitar a esta estructura criminal y evitar enviar a personas que puedan convertirse en futuros miembros o financistas del grupo liderado por Armando Javier Rotela.
Por su parte, la jueza Montanía coincide con Amarilla y se refiere a la reapertura del penal como una concesión al clan Rotela para restaurar la paz en la penitenciaría. Según ella, “el Estado ha cumplido una de las peticiones del clan Rotela”.
Ambos jueces se muestran firmes en su postura de que la penitenciaría de Tacumbú debe cerrarse definitivamente, ya que su sistema actual favorece la influencia del crimen organizado. Montanía advierte que “no podemos continuar con este sistema, porque en cualquier momento explotará. Incluso puede ser peor”.
Fuente: Última Hora
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