El desolador incidente ocurrido el pasado 16 de septiembre en el complejo deportivo Los Arrayanes, que resultó en la trágica muerte del joven Rodolfo “Rolo” Núñez Scolari, ha desencadenado una serie de imputaciones por parte de la Fiscalía.
Los focos están puestos en los locatarios y sublocatarios del establecimiento, quienes enfrentan cargos por homicidio culposo. Los implicados son Edgar Lemuel Torres Domaniczky, María Lila Contreras Saguier, Oscar Daniel Ruiz Fernández y María Marcela Contreras Saguier.
La Fiscal Carla Rojas, quien lidera el caso, ha presentado las imputaciones ante el juzgado de garantías N° 10. Este procedimiento legal surge como respuesta a las evidentes falencias de seguridad en las instalaciones eléctricas del complejo, que se presumen como la causa directa del fatídico evento.
El infortunio sucedió durante un torneo de exalumnos del Colegio Técnico Nacional. Según los registros videográficos, Rolo se apoyó en una columna del complejo para observar el partido, momento en el cual, presuntamente, recibió una descarga eléctrica fatal debido a la precariedad de las instalaciones eléctricas.
Las mediciones efectuadas post evento revelaron tensiones eléctricas entre 149 y 164 voltios en la estructura lumínica, y una posterior medición arrojó valores entre 70 y 80 voltios. La Fiscalía detalló la alarmante condición de las instalaciones, que incluso carecían de la debida licencia de la comuna capitalina.
Esto fue corroborado por el testimonio de Gustavo Javier Rojas González, técnico superior de electromecánica del Departamento de Mediciones Comerciales de la ANDE, quien durante la inspección observó diversas irregularidades que representaban un grave riesgo.
Cables en mal estado, conexiones inadecuadas y una instalación eléctrica en general obsoleta y peligrosa, fueron algunas de las observaciones que llevan a la Fiscalía a accionar legalmente contra los responsables del complejo.
Los hallazgos post mortem indicaron inicialmente indicios de electrocución, aunque la certeza sobre la causa de la muerte se obtuvo recién la semana pasada, con los resultados de los estudios forenses.
Este caso ha suscitado una profunda inquietud entre la población sobre las medidas de seguridad en espacios públicos y pone en evidencia la necesidad de una regulación y supervisión más estricta para prevenir futuras tragedias.
Fuente: ABC Color
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