El Fuerte de Borbón, una fortaleza que resistió el paso del tiempo y las invasiones portuguesas, ahora se enfrenta a un enemigo interno: la desidia de las autoridades. A pesar de haber sido reconocido como Patrimonio Cultural Nacional y haber recibido el escudo azul de la UNESCO, el Fuerte se cae a pedazos.
Este escudo azul es un símbolo internacional que protege los bienes culturales en caso de conflictos bélicos. Pero también es un llamado a los gobiernos para que cuiden sus patrimonios nacionales. Sin embargo, lejos de cumplir con esta responsabilidad, el Fuerte de Borbón sigue deteriorándose.
Ubicado en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, el Fuerte fue construido en 1792 para proteger nuestros territorios de los bandeirantesportugueses. Hoy, sus murallas de piedra, testigos de nuestra historia, se desprenden y caen. En algunos puntos, la muralla desapareció por completo.
El abandono es tal que los vecinos usan las piedras caídas para sus construcciones. Y mientras el Fuerte se desmorona, los planes de restauración anunciados en 2018 por el Ministerio de Obras y la Facultad de Arquitectura de la UNA quedaron en papel, debido a la falta de presupuesto.
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Osvaldo Melgarejo, secretario de Cultura de la Municipalidad de Fuerte Olimpo, expresó su preocupación: “El Fuerte se está cayendo a pedazos. Tenemos el compromiso de iniciar la reconstrucción del monumento antes de que sea tarde”.
Después de la Independencia en 1811, una de las primeras medidas del nuevo gobierno fue recuperar el Fuerte de los portugueses. Durante el gobierno de Gaspar Rodríguez de Francia, el Fuerte se fortaleció con murallas de piedra y se convirtió en bastión de nuestra soberanía en la zona norte.
Además de su importancia histórica, el Fuerte de Borbón es un atractivo turístico. Visitantes nacionales y extranjeros vienen a conocer esta joya de nuestra historia.
Fuente: ABC.
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