Un grupo de investigadores liderado por Shengwei Wang de la Universidad Politécnica de Hong Kong plantea un enfoque diferente en cuanto al funcionamiento de los centros de datos. En lugar de buscar ubicaciones frías para reducir los costos de refrigeración, proponen rediseñar los centros de datos para que puedan operar a temperaturas más altas, aproximadamente a 41°C.
En la actualidad, los centros de datos suelen funcionar a temperaturas de entre 20 y 25°C, lo que conlleva altos consumos energéticos. Según el estudio, los sistemas de refrigeración representan aproximadamente un tercio del consumo energético de estos centros.
Los investigadores simularon el funcionamiento de un centro de datos a 41°C y obtuvieron resultados prometedores: ahorros de energía de hasta un 16% en comparación con los que operan a 22°C. Aunque se requiere continuar con los sistemas de refrigeración debido al calor generado por el hardware, elevar la temperatura óptima de funcionamiento podría generar importantes beneficios en términos de eficiencia energética.
Esta propuesta no solo se limita a ubicaciones frías, sino que también podría aplicarse en lugares con altas temperaturas, como Pekín o Hong Kong, donde las temperaturas pueden alcanzar los 40°C. Los investigadores confían en que los ingenieros de diseño de centros de datos podrán lograr avances significativos en los próximos años, enfocándose en este nuevo objetivo.
La implementación de esta propuesta no solo generaría ahorros económicos, sino que también tendría un impacto positivo en el medio ambiente al reducir el consumo de energía en el sector de los centros de datos.
Fuente: Xataka