El miedo a los alacranes se intensificó en Paraguay tras la trágica muerte de un niño de 12 años por su picadura.
En respuesta, surgieron numerosas recomendaciones para evitar encuentros con estos arácnidos venenosos. Sin embargo, la solución más eficaz y ecológica puede estar más cerca de lo que pensamos: el mykurẽ, también conocido como zarigüeya.
Este marsupial nocturno demostró ser un gran aliado en la lucha contra los alacranes. Loiken Knöpfelmacher, apodada la “doctora Mykurẽ”, explicó que el mykurẽ se alimenta principalmente de insectos, incluyendo los alacranes. “El mykurẽ es el que controla la población de alacranes. Buscan su comida entre piedras y maderas, por eso siempre los encontramos entre ladrillos o escombros”, relató.
A pesar de su estigma, el mykurẽ demostró ser un valioso colaborador en el control de plagas. Además, este marsupial es inmune al veneno de los escorpiones y las serpientes, lo que los convierte en una especie clave para mantener a raya a estos peligrosos arácnidos y reptiles.
Pero el mykurẽ no es el único animal que nos ayuda a controlar las plagas. Los sapos, gallinas, búhos, aves en general e incluso gatos, aunque vulnerables al veneno, también contribuyen a controlar la población de alacranes.
Además de promover la coexistencia con estos animales, es crucial seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud para evitar picaduras de alacranes. Estas incluyen el uso de rejillas sanitarias en desagües y sanitarios, controlar entradas y salidas de cañerías, colocar burletes de goma en puertas y ventanas, y mantener limpias nuestras viviendas.
En resumen, en tiempos de creciente miedo a los alacranes, es importante recordar que tenemos aliados naturales que pueden ayudarnos a controlar estas amenazas. El mykurẽ, junto con otros animales, juega un papel vital en este aspecto. En lugar de temerlos o dañarlos, debemos aprender a valorarlos y protegerlos, reconociendo su contribución a nuestro bienestar y seguridad.
Fuente: ABC.
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