Paraguay se encuentra en una delicada situación sanitaria. El país no adquiere directamente antivenenos de alacrán, según confirmó el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. En cambio, depende de las donaciones de países miembros del Mercosur. Esta situación plantea serias preguntas sobre la capacidad del país para manejar emergencias de salud pública.
Los alacranes, insectos que pueden ser altamente venenosos, representan una amenaza real en Paraguay. Ya se han registrado varias muertes y actualmente un niño de 12 años lucha por su vida en el Hospital Acosta Ñu debido a una picadura de alacrán.
El Ministerio de Salud alega que los antivenenos son de acceso complejo en la región, ya que son «muy específicos y de fabricación en centros de alta complejidad». En 2019 se creó la Red de Cooperación de Laboratorios Públicos Productores de Antivenenos de América Latina (RELAPA) y Paraguay accede a lotes como miembro del Mercosur.
El 28 de septiembre pasado, nuestro país recibió un lote de antiveneno polivalente antiarácnido, que incluye el antiveneno para escorpión, mediante «cooperación» con Brasil. Estas dosis se han utilizado en casos recientes de picadura de alacrán.
Sin embargo, esta dependencia de las donaciones internacionales para antivenenos plantea serias preocupaciones sobre la capacidad de Paraguay para responder a las emergencias de salud pública de manera efectiva y oportuna.
Cada país tiene sus propias especies de animales venenosos, lo que significa que no existe un único antiveneno o suero para tratar las picaduras de arácnidos y alacranes. En Paraguay, las mordeduras ocurren con frecuencia y el problema es el rápido acceso al antídoto.
Ante una picadura de alacrán, lo más urgente es acudir rápidamente a un centro médico para verificar la necesidad del uso de antivenenos. El Ministerio de Salud indica que hay dos centros de referencia: el Instituto de Medicina Tropical – IMT y el Centro Nacional de Toxicología (CNTox).
Es vital que Paraguay busque soluciones a largo plazo para garantizar el acceso a estos antivenenos vitales, y no solo dependa de las donaciones de otros países. La salud pública debe ser una prioridad y se necesitan medidas para abordar esta crisis antes de que ocurra una tragedia mayor.
Fuente: ABC Color.