Guardiacárceles exigen garantías mientras el Clan Rotela reina en Tacumbú

En un escenario que parece sacado de una película de suspenso, los guardias de la cárcel de Tacumbú continúan sin ingresar al penal, dejando el control interno en manos del temido clan Rotela.

A pesar del fuerte dispositivo de seguridad implementado en las afueras, la vida dentro de las murallas sigue su curso bajo la vigilancia de los reclusos.

Desde la semana pasada, un importante número de guardiacárceles se mantiene apostado frente a la penitenciaría, exigiendo garantías laborales para retomar sus funciones. “Tememos entrar y ya no salir”, confesó uno de ellos, quien además reclamó el cumplimiento del seguro de vida.

El viceministro de Política Criminal Rodrigo Nicora, en reunión con agentes penitenciarios.

El amanecer encuentra a los trabajadores preparando el desayuno y aguardando la llegada de voceros que puedan brindarles nuevas declaraciones. Organizan ollas populares y toman lista para justificar su asistencia. Mientras tanto, adentro, el clan Rotela impone su ley.

Según relataron los guardiacárceles, solo dos pabellones, aquellos pegados a las oficinas administrativas, se encuentran bajo control de los pocos guardias que decidieron ingresar. El resto del penal es territorio del clan Rotela.

Los miembros de esta organización criminal mantienen el orden en la penitenciaría, realizando recorridos constantes en grupos de diez reos. Además, aplican un “correctivo” a todo interno que sea sorprendido generando disturbios en los pasillos.

La tensa calma se mantiene en Tacumbú. Los guardiacárceles siguen sin entrar, mientras que dentro de las murallas, el clan Rotela sigue reinando.

 

Fuente: ABC Color

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