Foto: Gentileza.
El cantante paraguayo “OG Selu”, cuyo nombre real es José Luis Gómez Amarilla, continuará en prisión preventiva. Así lo determinó la jueza penal de garantías especializada en crimen organizado, Rosarito Montanía, quien rechazó el pedido de medidas alternativas a la prisión presentado por la defensa del artista. Gómez Amarilla se encuentra investigado por su presunta participación en una red de trata de personas con fines de explotación sexual en España.
El cantante fue detenido el pasado 25 de abril en el marco del Operativo Asunción y desde entonces permanece recluido en el penal de Tacumbú. Su defensa, ejercida por la abogada Raquel Talavera, argumentó que en las pericias informáticas realizadas a los celulares de Gómez Amarilla no se encontró nada relevante que lo vincule con el delito de trata de personas.
Además, la abogada señaló que su cliente se encuentra en riesgo al permanecer en Tacumbú, debido a los recientes incidentes violentos ocurridos en este penal. Sin embargo, la jueza Montanía consideró que los argumentos presentados por la defensa no son suficientes para desvirtuar la participación de Gómez Amarilla en los hechos que le atribuye el Ministerio Público.
La Fiscalía, a cargo de Carina Sánchez, basa sus acusaciones contra el cantante en la Ley N° 4.788/2012, que sanciona la trata de personas. Según la teoría fiscal, Gómez Amarilla habría incurrido en varias conductas tipificadas en esta norma, entre ellas captar, transportar y trasladar a víctimas con el propósito de someterlas a un régimen de explotación sexual.
Los Operativos Guaraní -Asunción, ejecutados en Paraguay y España, resultaron en la detención de varios presuntos miembros de esta red de trata de personas. Entre ellos se encuentran una mujer conocida como “Ña Nena” y otra identificada como Rosieni, ambas supuestamente encargadas de captar mujeres para enviarlas a España con la promesa de un trabajo asegurado.
Las víctimas de la red de trata de personas a la que presuntamente pertenece el cantante “OG Selu” eran atraídas con promesas de un trabajo bien remunerado en España. Según la fiscala Carina Sánchez, una vez que las mujeres llegaban al país europeo, les revelaban que debían prostituirse para saldar la deuda de su viaje.
Algunas de ellas entregaban sus documentos por seguridad, pero esto se convertía en un mecanismo de control para evitar que escaparan o buscaran ayuda. Las víctimas eran mantenidas encerradas en departamentos donde eran forzadas a ejercer la prostitución. En estos casos, la manipulación psicológica era una herramienta clave utilizada por los victimarios para mantener a sus víctimas bajo control.
Fuente: ABC Color.
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