Familia Urbieta. Foto: ABC.
Este jueves se cumplen siete años desde que el ganadero Félix Urbieta fue arrancado de su familia por el Ejército del Mariscal López (EML).
Un evento que cambió para siempre las vidas de sus seres queridos y que hoy, sigue siendo una herida abierta en el corazón de Paraguay.
La noche del 12 de octubre de 2016, el silencio de la estancia Dos Hermanas, ubicada en Belén, departamento de Concepción, fue roto por la llegada del EML. Llevaron a Félix Urbieta, dejando un vacío que aún no ha sido llenado.
En este doloroso aniversario, la familia Urbieta hizo un llamado al Gobierno para que destine más recursos en la búsqueda de Félix y de todos los paraguayos que siguen en cautiverio.
Liliana Urbieta, la hija menor de Félix, expresó en conferencia de prensa: “Hacemos un llamado al Gobierno y a las autoridades a que destinen mayores recursos y fuerzas en la búsqueda de las personas secuestradas”.
En su carta, Liliana recordó a su padre y la forma injusta en que fue arrebatado de la familia. La falta de noticias aumenta la desesperación, pero también fortalece el compromiso de la familia para encontrar a Félix.
A pesar de la incertidumbre y el dolor, la familia Urbieta se aferra a la esperanza de que pronto habrá justicia y conocerán la verdad sobre el secuestro de Félix. Mantienen viva la esperanza y continúan exhaustivamente con la búsqueda.
El caso de Félix Urbieta es un triste recordatorio de la realidad que enfrentan muchas familias en Paraguay. A medida que pasa el tiempo, la necesidad de justicia se hace más fuerte. Por ello, la familia Urbieta, y con ellos todo Paraguay, clama por una acción decisiva del Gobierno.
Fuente: Última Hora.
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