La Superintendencia de Salud, dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, clausuró provisoriamente una clínica odontológica ubicada en la calle Eusebio Lillo Robles, en Asunción. Esta acción se produjo después de recibir una denuncia a través de las redes sociales sobre los servicios que la clínica ofrecía, que eran principalmente estéticos.
El asesor jurídico del departamento, Freddy López, explicó que la clínica estaba habilitada como un consultorio odontológico, pero los servicios que ofrecían apuntaban más a cuestiones estéticas. Al llegar a la clínica, encontraron un cartel que decía: «Oficina de tratamientos estéticos» y un afiche que ofrecía un curso estético.
"En la fachada dice 'Oficina de tratamientos estéticos' o sea, obviamente no se dedican a una cuestión odontológica, más bien una estética, que ofrecen por las redes", Abg. Freddy López, director de la Asesoría Jurídica de la Superintendencia de Salud del MBPBS.#1330AM pic.twitter.com/INBtMX6JZ0
— Radio Chaco Boreal (@1330am) October 11, 2023
Según los datos preliminares, la clínica estaba ofreciendo cursos estéticos sin la habilitación necesaria para realizarlos. En las redes sociales, se promocionaban como especialistas en armonización orofacial, un tratamiento estético que los odontólogos no están autorizados a realizar.
La resolución del Ministerio de Salud y la Ley de la Superintendencia solo autorizan a los consultorios odontológicos a ofrecer servicios relacionados con la odontología. Por lo tanto, la clínica no estaba autorizada para ofrecer tratamientos estéticos ni cursos relacionados.
López también señaló que esta misma clínica fue intervenida el 7 de diciembre de 2021 y se procedió a su clausura porque se descubrió que odontólogos brasileños ofrecían cursos en el lugar.
Se procedió a la clausura temporal de la Clínica Odontológica Dra. Diana Grossling, tras verificar y constatar que no cuenta con ningún documento de habilitación otorgado por la Dirección de Control de Establecimientos. #TodoEstaEnLN https://t.co/fGCpqbVMt7
— Diario La Nación (@LaNacionPy) December 7, 2021
Además de la denuncia sobre los tratamientos estéticos, una paciente identificada como Milagros Ramírez denunció a la doctora Diana Grossling, propietaria de la clínica, por presunta mala praxis. Según Ramírez, después de recibir un tratamiento de skinbooster en la clínica, experimentó moretones, enrojecimiento e inflamación en las mejillas.
En respuesta a la denuncia, la doctora Grossling publicó un comunicado en su perfil de Instagram negando que Ramírez fuera su paciente y asegurando que en su clínica «nunca se trabajó con sustancias que no reúnan los parámetros permitidos por el Ministerio de Salud y demás organismos nacionales».
Fuente: Última Hora.