El domingo, alrededor de las 11:00, la tranquila vida en Bella Vista Norte, departamento de Amambay, fue abruptamente interrumpida por un acto violento que dejó a la comunidad en shock.
Porfirio Benítez Romero, un joven indígena de 25 años perteneciente a la comunidad Pa’i Renda Chirú Poty, fue acribillado con armas de guerra en su propia casa.
Los informes iniciales indican que tres hombres, uno de ellos vestido con ropas camufladas, fueron los autores del ataque mortal.
Según las declaraciones de la concubina de la víctima, los atacantes llegaron preguntando por Porfirio, lo sacaron de su dormitorio y sin más, abrieron fuego contra él.
En el lugar del crimen, las autoridades recolectaron 67 vainillas servidas de calibre 5.56 y 7.62, siendo el joven impactado por 39 proyectiles de grueso calibre, según confirmó el médico forense Gustavo Galeano.
La fiscala Reinalda Palacios, encargada de la investigación, señaló que no se descarta la participación del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en este crimen, dado el historial del fallecido, la proximidad a la zona roja de operaciones del grupo armado y las características del ataque.
Porfirio Benítez Romero tenía una orden de captura por un caso de homicidio doloso y se presume que pudo haber sido integrante del grupo armado.
La fiscala Palacios mencionó que, aunque la hipótesis del EPP es fuerte, aún es temprano en la investigación y no se descartan otras motivaciones como el narcotráfico o el abigeato.
Fuente: Última Hora.
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