En la quietud de la madrugada del pasado sábado, el barrio Cerrito de San Antonio, fue sacudido por un acto de vandalismo que dejó en cenizas esperanzas y sueños.
La Escuela Básica Nº 5582 San Agustín, una institución que ha sido faro de conocimiento para la comunidad, fue el blanco de un ataque incendiario perpetrado por adictos locales.
Este nefasto suceso no solo devoró muebles y documentos vitales, sino que también arrasó con el suministro eléctrico del establecimiento.
Estamos en la Escuela Básica 5582 San Agustín, barrio Cerrito. Ciudad de San Antonio, Dpto. Central donde vándalos quemaron tres aulas. Se necesita una urgente solución a los problemas del consumo y venta de drogas y la violencia juvenil. Es la 4ta vez que avisamos! pic.twitter.com/qfpfv6Gj9B
— Miguel Marecos Pte.SINADI (@MiguelSinadi) October 9, 2023
La desolación se refleja en los rostros de alumnos y docentes, quienes ahora enfrentan una realidad educativa precaria. Patricia Enciso, la directora de la escuela, expresó su dolor y desesperanza ante la situación.
El edificio educativo, ahora parcialmente reducido a escombros, refleja la urgente necesidad de medidas de seguridad en una zona que, según Enciso, ya es conocida por ser conflictiva.
Un grito de auxilio
La pérdida es incalculable. Un aula en el segundo piso del edificio fue el epicentro de este desastre, pero las llamas no discriminaron, afectando prácticamente todas las salas.
Los pupitres que alguna vez fueron testigos del afán de superación de los estudiantes, ahora yacen en ruinas.
Pero el daño no se detiene ahí; documentos importantes y parte de la historia de la institución se perdieron en el voraz incendio.
Hace días advertíamos por 4ta. vez desde SINADI que iba a ocurrir una tragedia por el aumento de venta y consumo de drogas en instituciones y la inacción total de autoridades para la prevención y contencion. OCURRIÓ! Esc. Bás. 5582 San Agustín. Ciudad de San Antonio. QUE SIGUE? pic.twitter.com/wNWtF0WurB
— Miguel Marecos Pte.SINADI (@MiguelSinadi) October 8, 2023
Este no es un incidente aislado. La escuela ya fue blanco de ataques en el pasado, lo que resalta una problemática de seguridad que parece ser ignorada. Los directivos, cansados y frustrados, reiteran el clamor por una mayor presencia policial que pueda garantizar un entorno seguro para el proceso educativo.
Debido a que el hecho se registró durante el fin de semana, no se registraron heridos. No obstante, ante la infraestructura dañada y el peligro que conlleva, las autoridades se vieron obligadas a suspender las actividades escolares.
Fuente: La Nación.