El silencio cayó sobre los campos de fútbol de Paraguay, mientras la Nación despide a una leyenda de su deporte rey.
Alcides Báez, el imponente guardameta que llevó a la Albirroja a la gloria en la Copa América de 1979, falleció a los 76 años.
Un ícono que se inmortalizó no solo por su destreza entre los tres palos, sino también por su pasión y amor hacia los colores de su Nación y los clubes que defendió.
Báez, nativo del corazón futbolístico de Paraguay, defendió con orgullo los colores de emblemáticos equipos como Cerro Porteño y Libertad. También cruzó el océano para dejar huella en el fútbol europeo, defendiendo la camiseta del Tenerife en España.
Su estilo audaz y su capacidad para leer el juego lo catapultaron a la élite del fútbol sudamericano, y es recordado cariñosamente por sus atajadas espectaculares y su liderazgo inquebrantable en el campo.
El punto culminante de su carrera llegó en 1979, cuando fue una pieza clave en la conquista de la Copa América por parte de Paraguay.
Su desempeño bajo los tres palos fue vital, mostrando una mezcla de valor y técnica que cimentaron su lugar en la historia del fútbol paraguayo.
La noticia de su fallecimiento resonó en el alma de Paraguay. Juan Carlos Tabarelli, una figura respetada en el ámbito deportivo, expresó su dolor en las redes sociales, rememorando la amistad y la destreza futbolística de Báez.
La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) también rindió homenaje al legendario portero, recordando su contribución invaluable a la gloria futbolística de la nación.
Fuentes: D10/ Infobae.
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