En un intento por adecuar sus reglas internas a las prácticas habituales, la Cámara de Diputados ha incluido en su agenda una propuesta de modificación de su reglamento.
El cambio principal radica en permitir que los legisladores puedan leer sus discursos durante las intervenciones, una costumbre extendida aunque actualmente restringida.
La resolución en cuestión, titulada “Modifica el artículo 79 del reglamento interno de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (del orador)”, propone sutiles ajustes que buscan normalizar comportamientos ya asumidos por los miembros de la cámara.
El primer ajuste se refiere a la eliminación de la frase “y deberá evitar en lo posible designar a estos por su nombre”. Aunque este punto es frecuentemente ignorado en la práctica, los legisladores suelen solucionarlo utilizando la frase “perdón que lo mencione” antes de nombrar al compañero en cuestión, incluso cuando la mención es para reforzar un punto de vista y no con intención de ofender.
Sin embargo, el cambio más significativo y polémico es la formalización de la posibilidad de leer discursos. Aunque el reglamento actual permite “utilizar apuntes y leer citas o documentos pertinentes o relacionados con el asunto o discusión”, siempre con el previo visto bueno del presidente, prohíbe taxativamente los discursos leídos. A pesar de esta restricción, muchos legisladores se permiten leer sus intervenciones.
La modificación propuesta busca anular la prohibición y permitir los discursos leídos, redactando el reglamento de la siguiente manera: “En la discusión de los asuntos, los discursos podrán ser leídos”.
Esta propuesta ha generado un amplio debate sobre si facilitar la lectura de discursos es una adecuación necesaria a las prácticas actuales o simplemente una forma de facilitar el trabajo legislativo. En cualquier caso, la decisión final dependerá del consenso entre los diputados en la sesión de mañana.
Fuente: ABC Color
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