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Pueblos nativos en Teniente Irala Fernández: Agua con barro y esperanzas secas

En Teniente Irala Fernández, comunidades nativas padecen la falta de agua potable, recurriendo a tajamares contaminados. El sacerdote Cristóbal Acosta pide urgentemente soluciones.

La falta de agua potable está generando graves problemas de salud a los niños indígenas. Foto: Gentileza ABC Color

Las comunidades nativas de Teniente Irala Fernández se encuentran en una desesperada lucha por el agua potable. La ausencia de este recurso esencial ha obligado a los residentes a consumir agua de los tajamares, un acto que, lejos de saciar la sed, trae consigo enfermedades y sufrimiento.

El sacerdote Cristóbal Acosta describe esta situación como dramática e inhumana. Los niños sufren las consecuencias más graves, con diarreas y dolores de cabeza frecuentes. Además, existe la preocupación de que la situación empeore debido a los cultivos transgénicos de maíz, soja y algodón que se están fumigando en la zona.

“No todos tienen acceso a agua potable. Eso no es ninguna novedad, siempre la gente toma agua de la lluvia”, señaló Acosta. Esta lucha por el agua se ve agravada por la falta de recursos médicos en el Centro de Salud del distrito y la aparición de incendios debido al calor intenso y la sequía.

A pesar de la adversidad, estas comunidades no pierden la esperanza. Han enviado una nota a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) solicitando asistencia.

Mientras tanto, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ha estado trabajando en la zona, pero solo han podido proporcionar agua de tajamar, que no es apta para el consumo.

En respuesta a esta crisis, Luis Fernando Bernal, presidente de Essap, prometió el envío de 11 camiones cisterna y la convocatoria de una reunión para mejorar el funcionamiento del acueducto.

Sin embargo, estas son solo medidas paliativas, y lo que las comunidades realmente necesitan son soluciones definitivas.

El padre Acosta agradeció la ayuda, pero recordó que estos problemas no son nuevos y que las soluciones temporales no son suficientes.

“Queremos estar mejor, pero estamos lejos todavía”, lamentó el sacerdote. La lucha por el agua en Teniente Irala Fernández continúa y la esperanza se mantiene, aunque cada vez más distante.

 

Fuente: ABC Color