Foto: Xataka
El cuerpo humano es un lienzo en constante cambio bajo el pincel de la evolución. Un ejemplo sorprendente de este fenómeno es la desaparición gradual del palmar largo, un músculo presente en la mayoría de los seres humanos, pero que ya ha desaparecido en alrededor del 14% de la población.
Este músculo, ubicado en el brazo y carente de una función significativa en los humanos, es un vestigio de nuestros antepasados primate. En especies como el orangután, el palmar largo se utiliza de manera efectiva. Sin embargo, en los humanos, su ausencia no afecta la función de la mano. Los expertos en anatomía y evolución aún están buscando una explicación clara sobre por qué este músculo está desapareciendo.
El palmar largo ha sido durante mucho tiempo un misterio para los científicos. Es considerado un remanente de nuestro pasado evolutivo, una pieza de historia biológica que ha sobrevivido en nuestras extremidades. Pero a pesar de su presencia, no parece tener ninguna función crucial. De hecho, los cirujanos a menudo utilizan este músculo para reemplazar otros tendones en caso de lesiones, lo que demuestra su falta de importancia en nuestra fisiología.
Las teorías sobre por qué está desapareciendo el palmar largo son variadas. Algunos sugieren que es una adaptación a la falta de necesidad de trepar árboles, mientras que otros creen que podría ser una respuesta evolutiva a nuestra capacidad para trabajar con las manos. Sin embargo, hasta ahora, ninguna de estas teorías ha sido comprobada.
Lo que es claro es que la evolución humana sigue avanzando a un ritmo acelerado, impulsada por la gran cantidad de personas en comparación con otras especies de primates.
Una vez que una mutación como la eliminación del palmar largo ocurre, la selección natural y cultural hace el resto. Aunque el palmar largo es un ejemplo llamativo, hay otros cambios evolutivos en curso en los seres humanos que aún están por descubrirse.
Fuente: Xataka
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