Con las temperaturas en alza, practicar deportes al aire libre se convierte en una actividad que requiere extremar cuidados. El “golpe de calor” es un riesgo real que puede afectar a quienes entrenan bajo el sol intenso.
El Lic. Eduardo Enciso subrayó que el intervalo de tiempo entre las 10:00 y las 17:00 es crítico. Durante estas horas, los rayos solares son especialmente intensos y la posibilidad de sufrir un golpe de calor aumenta significativamente.
La elección de la indumentaria es crucial. Se sugiere ropa cómoda de algodón, preferiblemente de colores claros. También es fundamental el uso de protector solar y calzado adecuado para prevenir lesiones.
La importancia de mantenerse hidratado no puede ser subestimada. Beber agua regularmente y no esperar a tener sed es esencial. La recomendación es consumir entre dos a tres litros al día en adultos, mientras que los niños y niñas deberían beber entre ocho a 10 vasos diarios.
El deporte y una dieta equilibrada van de la mano. Frutas de estación, verduras frescas, cereales, lácteos, huevos y legumbres son esenciales para mantenerse en forma y saludable.
Antes de iniciar cualquier actividad deportiva, es crucial realizar un chequeo médico. Además, contar con el asesoramiento de un profesional en educación física puede evitar posibles lesiones y garantizar un entrenamiento adaptado a las necesidades de cada persona.
Las personas con afecciones como obesidad, enfermedades cardiovasculares o diabetes deben ser especialmente cautelosas. Consultar con un médico tratante y adaptar el entrenamiento a su condición es fundamental para evitar complicaciones.
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