El Gobierno de Paraguay ha agilizado el proceso de obtención de títulos universitarios mediante la promulgación del Decreto 361. Este movimiento, calificado por el Viceministro de Educación Superior, Federico Mora, como “el mejor regalo a la juventud”, ha levantado tanto aplausos como cejas entre los ciudadanos.
El decreto, firmado por el presidente Santiago Peña antes de su viaje, busca simplificar los trámites para la expedición de títulos universitarios y su registro ante el Viceministerio de Educación Superior y Ciencias. Esta normativa, trabajada por el Ministerio de Educación, se ve como un paso hacia la modernización y eficiencia del sistema educativo.
Sin embargo, no todos comparten este optimismo. Varios gremios, incluyendo el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) y el Círculo Paraguayo de Médicos, han expresado su preocupación ante la posible proliferación de títulos falsos. Temen que la simplificación de los trámites pueda abrir la puerta a personas poco idóneas para obtener títulos sin los controles eficientes.
Clarito Rojas, presidente del Cones, fue uno de los primeros en expresar sus inquietudes. El Círculo Paraguayo de Médicos también se posicionó al respecto, temiendo que la nueva normativa pueda favorecer la falsificación de títulos, especialmente de médicos provenientes de lo que denominan “universidades de garaje”.
Mientras que la intención del Gobierno es clara – facilitar la vida de los estudiantes y agilizar los procesos administrativos – las preocupaciones planteadas por estos gremios son válidas y no pueden ser ignoradas. La pregunta ahora es, ¿cómo puede el Gobierno garantizar que esta nueva medida no se preste para abusos? ¿Qué mecanismos de control se implementarán para asegurar que solo los verdaderamente merecedores obtengan sus títulos?
El debate está abierto y la sociedad paraguaya espera respuestas concretas. Por ahora, el Decreto 361 es una realidad y su impacto en la educación superior del país será evaluado en los próximos meses.
Fuente: ABC
Esta web usa cookies.