Paraguay enfrenta una nueva amenaza en el ámbito de las drogas: el crack o chespi. Según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), esta sustancia se ha convertido en la droga de mayor circulación y potencial daño en el país.
A pesar de ser económica, su corto efecto obliga a los consumidores a usarla repetidamente, aumentando rápidamente su gasto y riesgo.
Con constantes incautaciones en operativos antimicrotráfico, la SENAD busca educar a la población sobre las características y peligros del crack, reiterando su compromiso diario para combatir su expansión y consumo.
Hay cierta confusión en torno al crack y la pasta base de cocaína. Mientras que la pasta base es un producto previo a la cocaína, el crack es, en términos simples, cocaína fumable.
Es una piedra amarillenta obtenida al mezclar clorhidrato de cocaína con otras sustancias. Aunque lo que circula mayoritariamente en Paraguay es la pasta base, se comercializa bajo el nombre de crack o “chespi”.
Francisco Ayala, director de Comunicaciones de la Senad, explicó que el crack se diferencia de la pasta base en su composición y proceso de refinamiento. Mientras la pasta base proviene directamente de las hojas trituradas de coca, el crack se somete a un proceso adicional, resultando en una piedra fumable.
El consumo de crack conlleva graves riesgos. Aunque puede generar sensaciones de euforia y placer, estos sentimientos son efímeros, durando solo 12 a 15 minutos.
Lo más alarmante es su efecto nocivo en el organismo: desde alteraciones pulmonares y cardíacas hasta deterioro neurológico e intelectual.
La SENAD advirtió que detrás de su bajo precio y efímero efecto, el crack es un “cóctel de productos químicos nocivos”. Se ha detectado incluso el uso de bicarbonato de sodio y tizas escolares en su composición.
Fuente: Última Hora.
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