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Animales sueltos y peligrosos cráteres: La riesgosa travesía de la ruta PY01

La ruta PY01 se ha convertido en un desafío para quienes la transitan a diario, entre animales errantes y baches desmesurados que amenazan la seguridad vial.

Animal cruzando la arteria. Foto: ABC.

Automovilistas y motociclistas han alzado la voz contra las condiciones insalubres y de riesgo que presenta la ruta PY01, denunciando incidentes frecuentes causados por animales sueltos y grandes baches que adornan la carretera, informó ABC.

Pese a la existencia de leyes que regulan y penalizan la presencia de animales en tránsito, parece que las mismas son letra muerta ante la apatía de las autoridades.

Una ley que no se cumple

Según la ley N°1880/2002, está claramente reglamentada la prohibición de animales en tránsito.

Sin embargo, en la práctica, vacunos, equinos y ovinos circulan libremente por la ruta, en especial en el tramo Paraguarí – Carapeguá.

Ricardo González, un conductor frecuente de este tramo, recalcó el peligro adicional que estos representan, especialmente durante la noche, cuando los animales emergen de la oscuridad, sorprendiendo a los desprevenidos conductores.

El desafío de los baches criminales

Pero los animales no son el único obstáculo. Los baches, descritos por muchos como “criminales”, también forman parte de este escenario peligroso, siendo responsables de innumerables accidentes, algunos fatales. Los conductores se ven forzados a maniobrar abruptamente, poniendo en riesgo sus vidas y las de otros.

Las autoridades: entre el desentendimiento y la inacción

Marcelo Simbrón, intendente de Paraguarí, se defendió argumentando que la Municipalidad solo tiene jurisdicción sobre el casco urbano.

Según él, en las zonas rurales deberían intervenir autoridades como la Patrulla Caminera. Pero la realidad es que ni unos ni otros parecen tomar cartas en el asunto, dejando a los usuarios de la ruta a merced de los peligros.

La ley es clara: los animales encontrados en tránsito público deben ser decomisados y sacrificados. Pero la falta de cumplimiento y vigilancia refleja un sistema que urge ser revisado, para garantizar la seguridad de todos.