Ramón Villalba Coronel, portavoz de los gancheros en el vertedero de Cateura, alarmó sobre la dramática reducción en los precios del plástico reciclado.
Un kilo, que antes se cotizaba a G. 2.200, ha caído estrepitosamente a G. 1.000. Este cambio ha dejado vulnerables a unas 600 familias que dependen de este oficio.
Las denuncias apuntan a la entrada de residuos de Argentina, lo que ha inundado el mercado con plásticos a precios irrisorios, gracias a la devaluación del peso argentino.
Esta situación ha forzado a las familias paraguayas a competir, vendiendo sus plásticos a tarifas similares, reduciendo así sus ganancias y deteriorando su calidad de vida.
Los gancheros, principal fuerza laboral del vertedero, seleccionan materiales reciclables, trabajando en condiciones precarias y sin garantías.
Villalba destacó la urgencia de la situación: “Si continúa bajando el precio, la gente que trabaja en el vertedero ya no va a comer”.
Las demandas se centran en la intervención del Gobierno Nacional. Villalba enfatizó: “El presidente prometió mejorar las condiciones de vida de los pobres, él tiene que frenar el contrabando y priorizar el trabajo nacional”.
Rodolfo Romero, representante de la Central Nacional de Trabajadores, respaldó estas reivindicaciones, subrayando la necesidad de unificar esfuerzos y dialogar con las autoridades.
La Municipalidad de Asunción ha cedido la gestión de los residuos a GIR SA, un consorcio integrado por empresas como Sermat, Tecno Scan y El Farol, cuya gestión ha estado plagada de críticas.
Además, la adjudicación del contrato mostró indicios de direccionamiento, lo que genera más dudas sobre el futuro de los gancheros y su sustento.
Fuente: ABC Color
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