Tras 79 días en el Hospital Italiano, la actriz y modelo argentina Silvina Luna, fallece a los 43 años dejando un legado y una advertencia en el mundo del espectáculo.
Desde 2010, Luna vivió una batalla de salud que empezó con una cirugía estética a manos del doctor Aníbal Lotocki. El uso de metacrilato y otras sustancias no identificadas en una cirugía de glúteos la llevó a desarrollar un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal.
Pese a su valiente lucha, Luna necesitaba un trasplante de riñón y esperaba en la lista del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante). Sin embargo, distintas complicaciones hicieron de su condición algo irreversible.
Nacida en Rosario en 1980, Silvina Luna saltó a la fama en 2001 después de su participación en Gran Hermano. Desde entonces, se convirtió en una figura prominente en el ámbito del entretenimiento argentino.
En recientes meses, la actriz se sometía a sesiones de diálisis tres veces a la semana. En junio, durante una de estas sesiones, tuvo que ser internada de urgencia y su salud fue fluctuando hasta el desenlace fatal.
El caso de Luna pone sobre el tapete las implicaciones y riesgos que pueden tener algunos procedimientos estéticos, y genera una reflexión sobre los estándares de belleza en el mundo del espectáculo.
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