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El fructífero mercado de la banana paraguaya se encuentra sumido en la incertidumbre.
Los exportadores nacionales, quienes alimentan el mayor mercado de bananas de Paraguay, es decir, Argentina, permanecen en vilo esperando pagos que no llegan.
El núcleo del problema no reside en los compradores individuales, quienes realizan los pagos correspondientes al Banco Central de Argentina. La compleja situación económica que enfrenta Argentina ha llevado a este ente a ejercer un control sumamente estricto sobre los dólares que abandonan el país.
Antes, los exportadores paraguayos podían esperar sus pagos en un plazo de 30 a 40 días. Sin embargo, ahora, esa esperanza se ve nublada por la falta de una fecha de pago clara.
Este no es un problema menor. Las repercusiones de este impasse alcanzan a unos 35.000 paraguayos que forman parte integral de la cadena de producción y exportación de bananas. Su sustento y bienestar dependen en gran medida de la regularidad y seguridad de estos pagos.
Con la gravedad del asunto en mano, los productores paraguayos buscan la intervención diplomática. Exigen que la Cancillería tome cartas en el asunto y negocie una solución viable con las autoridades argentinas, garantizando así la estabilidad de un sector que es vital para muchas familias paraguayas.
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