Bibliotecas Callejeras. Aníbal Barreto Monzón impulsó la iniciativa en el país. Foto: Gentileza
La literatura paraguaya se viste de luto con el deceso del emblemático Aníbal Barreto Monzón. Con 69 años y una vida dedicada al arte de las letras y la promoción de la lectura, Barreto no solo dejó una marca imborrable con sus obras, sino que, con su iniciativa de Bibliotecas Callejeras, redefinió el acceso a la cultura.
Atrayendo a masas y convirtiéndose en el epicentro de la lectura gratuita y el intercambio de saberes, las Bibliotecas Callejeras nacieron de un sueño sencillo: democratizar la literatura. Con más de 200 instalaciones que adornan las calles de la capital y diversas ciudades, estas bibliotecas se han convertido en un símbolo de unión, aprendizaje y solidaridad.
La conmoción se siente en cada rincón del país. El legado de Barreto resuena en las palabras de quienes lo conocieron y admiraron. Desde la Secretaría Nacional de Cultura, pasando por historiadores hasta colegas escritores, todos alzan la voz para honrar la memoria y obra de este grande de la literatura.
Fabián Chamorro, reconocido historiador, refleja el sentir de muchos: “Su idea fue sacar los libros a las calles, con libre acceso para todos. El sueño de un país de lectores. Que esa semilla que sembró se multiplique”. Una idea que, sin duda, ha echado raíces y que continuará floreciendo en el corazón de cada lector.
Barreto, con obras como “Democracia a lo Luque” y “Las fiestas privadas”, siempre demostró una mirada crítica y profunda de la sociedad paraguaya. Sin embargo, más allá de sus publicaciones, su verdadero triunfo fue hacer de la lectura un acto colectivo y cotidiano.
Hoy, el país se despide de un pilar de la cultura, pero su legado seguirá vivo en cada libro intercambiado y en cada historia contada.
Fuente: Última Hora
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