En Paraguay, el mercado de los cigarrillos electrónicos experimenta un auge sin precedentes. No obstante, se ha detectado una preocupante tendencia: la comercialización de dispositivos que contienen niveles de nicotina por encima de lo permitido.
La resolución N° 153/2021 de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) establece un máximo de 2% de nicotina en vapeadores. A pesar de esta regulación, diversos establecimientos ofertan productos con un alarmante 5% de nicotina, evidenciando un claro desacato a las normativas vigentes.
La situación se agrava al observar que no solo pequeños comercios están involucrados. Importantes cadenas comerciales también se han sumado a esta práctica, poniendo en riesgo la salud pública.
La Sociedad Americana contra el Cáncer clasifica a los cigarrillos electrónicos como sistemas diseñados para administrar nicotina. En Paraguay, para comercializar estos productos, tanto el dispositivo como el local de venta deben contar con una habilitación especial de Dinavisa.
Recientemente, se identificó un lote de 15.000 vapeadores de contrabando. La Aduana ha registrado más de 1.5 millones de unidades importadas entre 2022 y 2023, con un valor que asciende a G. 30.882 millones. Sin embargo, en este número no se cuentan los productos con un 5% de nicotina, lo que sugiere un mercado paralelo aún más grande.
La Dirección Nacional de Aduanas confirma que China es el principal proveedor de cigarrillos electrónicos a Paraguay, representando un 97% de las importaciones. Le siguen Hong Kong y Estados Unidos, aunque a mucha distancia.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social alerta sobre el crecimiento en el consumo de vapeadores, especialmente entre jóvenes. Estudios indican que estos dispositivos pueden ser la puerta de entrada al consumo de tabaco tradicional y otras sustancias.
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