Motochorros en acción. Foto: Captura.
La calma que antes caracterizaba al barrio San Miguel de Capiatá ha quedado en el pasado. Conforme avanzan los meses, el manto de la inseguridad se cierne con mayor fuerza sobre las calles de este sector, afectando la tranquilidad de sus habitantes.
Los asaltos, que antes eran esporádicos, ahora ocurren con alarmante regularidad, lo que ha generado un clima de tensión y temor.
La situación se torna complicada al querer salir a las calles, porque a partir de un determinado horario la inseguridad se apodera de la zona, de acuerdo al reporte de Telefuturo.
Un vecino del barrio comentó que la situación se ha vuelto insostenible. La sensación es que los delincuentes actúan con total impunidad, sin temor a ser detenidos.
Lo que agrava la situación es la percepción de ausencia policial. A pesar de que los asaltos ocurren a apenas tres cuadras de la subcomisaría local, los uniformados parecen incapaces de controlar la situación. Pero, ¿cuál es la razón detrás de esta aparente inacción?
Los agentes de la Policía Nacional argumentan que su capacidad de respuesta es limitada debido a una carencia de personal. Según fuentes internas, los mismos cuatro agentes tienen la responsabilidad de custodiar cuatro compañías diferentes, lo que diluye su presencia y efectividad.
Ante este escenario, los residentes del barrio San Miguel exigen medidas concretas y rápidas.
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