Foto: Captura.
Este domingo, en la Terminal de Ómnibus de Pedro Juan Caballero, fue perpetrado con brutalidad el crimen del Ramón Aliende Robles, un expolicía retirado desde 2016, quien fue sorprendido en plena vía pública por dos sicarios que se desplazaban en motocicleta.
El sonido ensordecedor de los disparos resonó en los alrededores. Al concluir la investigación inicial, agentes del Departamento de Criminalística recolectaron 37 vainas servidas de pistola de nueve milímetros. Un trágico rastro que deja testimonio de la feroz emboscada.
Las informaciones preliminares señalan que el hombre bajó de un bus de larga distancia proveniente de Asunción. Se encuentran investigando si abordó el vehículo en la capital o subió por el camino.
Pero este no fue el primer intento contra la vida de Robles. El pasado 25 de julio, en la localidad de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, ya había experimentado un hecho similar. Allí, un desconocido le propinó un disparo en el muslo en un camino vecinal de la colonia indígena Itá Poty.
Adicionalmente, en diciembre de 2022, el ex agente nuevamente fue blanco de un ataque. Estando en la misma localidad, y mientras se desplazaba en su automóvil, un sicario lo interceptó. Los disparos brotaron de la nada, y uno de ellos alcanzó la zona del cuello de Robles.
Sorprendentemente, en ambos atentados, su pareja, Zunilda Figueredo Barrios, salió ilesa, de acuerdo al informe de Última Hora.
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