Según Mabel Peralta, coordinadora del Servicio de Neumología del Hospital de Clínicas, es evidente que el organismo lucha por adaptarse a los cambios bruscos de temperatura, independientemente de que no se hayan presentado bajas marcas térmicas este año.
El ambiente seco, característico de esta temporada, influye en la aparición de cuadros respiratorios infecciosos y alérgicos. Estos últimos se confunden frecuentemente con afecciones respiratorias agudas, complicando aún más el diagnóstico.
Si se considera el rinovirus, que se manifiesta similarmente a un resfriado común, la identificación de la afección se torna aún más compleja. “La diferencia entre una alergia y un rinovirus sería la fiebre y un malestar general acompañado de dolor de cabeza y corporal leves”, aclaró Peralta.
Recomendaciones para prevenir la propagación
La especialista instó a la población a actuar responsablemente. Si se presentan síntomas respiratorios, lo recomendado es no asistir a lugares concurridos, como escuelas o trabajos. “Llevar el virus a casa puede resultar en un contagio masivo entre los miembros de la familia”, advirtió.
El uso de mascarillas que cubran adecuadamente el mentón y la nariz, así como el lavado de manos frecuente y mantener los ambientes ventilados, son medidas cruciales. Además, Peralta enfatizó la importancia de la vacunación para prevenir enfermedades.
Otros virus en el radar
Más allá de los ampliamente conocidos SARS-COV-2 e influenza, existen otros agentes patógenos, como el adenovirus y el virus sincitial respiratorio. Estos pueden complicar el panorama, desencadenando cuadros más severos, especialmente en niños pequeños y adultos mayores, de acuerdo al informe de Última Hora.