La Municipalidad de Ñemby atraviesa una tormenta: empleados sin recibir salarios, un intendente en la mira y acusaciones de irregularidades financieras.
El panorama en Ñemby es de creciente preocupación. Con ya casi tres meses de retraso en los salarios de los empleados municipales, el descontento y la angustia se hacen sentir en cada rincón de la administración local.
Según Óscar Patiño, contralor ciudadano, muchos de los afectados temen represalias si deciden denunciar la situación. Además, denuncia que existen despidos y desvinculaciones aún no indemnizados.
La gestión del actual intendente, Tomás Olmedo, está en el ojo del huracán. Acusaciones de “persecución política” y favoritismos en los pagos asoman como una sombra sobre la administración.
El contralor ciudadano Óscar Patiño señaló que algunos cercanos al intendente sí reciben sus remuneraciones, mientras que otros aguardan en una incierta espera, reportó Última Hora.
Olmedo alegó que la retrasada administración se debe a una fase de “baja recaudación”. Sin embargo, con denuncias sobre supuestos malos manejos administrativos, sobrefacturación y controvertidas transferencias a comisiones vecinales, la confianza ciudadana en el gobierno local está en juego.
El clima político se caldea aún más con un pedido de intervención que se encuentra en manos de la Cámara de Diputados.
Las acusaciones van desde desvíos de más de G. 1.000 millones hasta irregularidades en contrataciones públicas. Todo apunta a un desempeño cuestionable y falta de transparencia en el uso de fondos comunales.
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