En lo que parece ser una ola de intentos fallidos, una gavilla orquestó dos intentos de asalto a cajeros automáticos, pero en ambas ocasiones, el mecanismo empleado —un cabo de acero— terminó siendo su talón de Aquiles, frustrando así sus propósitos delictivos.
El pasado jueves, esta banda de criminales se movilizaba en una camioneta Toyota Hilux Surf, con placas BUP 866. Tras un primer intento fallido de robo a un cajero en una estación de servicios en el kilómetro 67 de la ruta PY02, decidieron virar sus esfuerzos hacia la recaudación de una tienda cercana.
Dado que la comisaría del sector está a solo 150 metros del lugar, tras su segundo fracaso en el asalto al cajero, los delincuentes decidieron huir con rapidez. Las fuerzas del orden, al copar la zona de Cordillera, forzaron a los criminales a abandonar su vehículo.
El vehículo en cuestión fue descubierto en una propiedad privada de Aguayty de Eusebio Ayala. Esta camioneta había sido denunciada como robada el 16 de agosto en Asunción por su propietario Amado Sarabia.
Y no solo eso, sino que también habría sido utilizada en otro intento de robo similar en un supermercado de San Lorenzo el 17 de agosto. En dicha ocasión, nuevamente el cabo de acero les jugó una mala pasada.
Las autoridades ya han levantado huellas dactilares del interior del vehículo, que podrían ser fundamentales en el avance de la investigación, de acuerdo al informe de ABC Digital.
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