El universo observó atentamente hoy mientras la India alcanzaba un logro sin precedentes en la exploración espacial. Su nave Chandrayaan-3 tocó la superficie lunar cerca del escasamente explorado polo sur. Un día que, como afirmó el primer ministro, quedará inscrito en la historia del país.
A pesar de que la Chandrayaan-3 tardó más tiempo en llegar a la Luna en comparación con las misiones del programa Apolo de EE.UU., la perseverancia y dedicación detrás de este proyecto son indiscutibles. Utilizando cohetes de menor potencia, la nave tuvo que orbitar varias veces la Tierra antes de dirigirse hacia el satélite natural.
El módulo de alunizaje Vikram, cuyo nombre significa “valor” en sánscrito, jugó un papel crucial en esta misión. Tras separarse del módulo principal la semana pasada, ha estado proporcionando valiosas imágenes de la superficie lunar.
La India ha demostrado que no es necesario un presupuesto astronómico para alcanzar las estrellas. Con apenas 74,6 millones de dólares, su programa aeroespacial ha logrado hazañas notables, gracias en parte a la adaptación inteligente de tecnologías existentes y la mano de obra de ingenieros altamente capacitados.
Después de esta misión lunar, la India no muestra signos de detenerse. En 2014, ya había conseguido colocar un satélite en órbita alrededor de Marte. Ahora, el país se prepara para una misión tripulada prevista para el próximo año, que promete circunnavegar la Tierra durante tres días.
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