Manifestaciones simultáneas por ambos lados del espectro político ponen en tensión a Puerto Casado, en medio de la visita de la Comisión Especial de Diputados.
La tensión se palpa en las calles de Puerto Casado, Alto Paraguay. Mientras la Comisión Especial de Diputados evalúa la situación actual del municipio, dos grupos claramente divididos se manifiestan con demandas opuestas.
Funcionarios municipales se movilizan, alzando sus voces en reclamo de los salarios que no han recibido desde hace más de diez días. Añaden a su clamor acusaciones contra la Comuna, que contraataca al denunciar una supuesta huelga ilegítima por parte de los obreros.
En el extremo opuesto, fervientes seguidores del intendente Hilario Adorno, perteneciente al partido ANR, se movilizan en defensa de su gestión. Aseguran que, a pesar de las acusaciones y la controversia, Adorno ha sido beneficioso para Puerto Casado. La muestra de apoyo al intendente no es pasajera y se espera que continúe hasta el miércoles, día clave en que la Cámara de Diputados evaluará la intervención del municipio.
No obstante, el liderazgo de Adorno está lejos de ser bueno. Ha sido imputado por la Fiscalía debido a la adquisición sospechosa de un vehículo de uso personal, presuntamente financiado con fondos municipales. Ocho de los doce concejales de la Junta Municipal denuncian lesiones de confianza y estafa durante su mandato.
Las protestas, aunque divididas, comparten el escenario en las inmediaciones de la sede municipal. La preocupación es evidente, pues la proximidad de ambos bandos podría desencadenar enfrentamientos. Ante este panorama, un extenso dispositivo de seguridad ha sido desplegado en la zona, en un esfuerzo por mantener el orden y proteger a los ciudadanos.
Fuente: Última Hora
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