El regreso del cuestionado Juan Carlos Duarte Duré como presidente de Conatel despierta interrogantes sobre transparencia y méritos en las designaciones gubernamentales.
Según una auditoría de 83 páginas realizada por la Contraloría, durante su mandato anterior en Conatel, Duarte Duré no pudo justificar una diferencia de G. 34.000 millones entre la facturación y la recaudación en el ejercicio del año 2020. Estos datos, publicados en julio de 2022 por ABC Color, plantearon serias dudas sobre el manejo de fondos en esta institución.
Además, la auditoría señala que, en plena pandemia, la Conatel, bajo la gestión de Duarte Duré, gastó sumas millonarias en becas y capacitación y se intento hacer una licitación por USD 2 millones en drones.
¿Fueron estas inversiones necesarias y prudentes, dadas las circunstancias de crisis sanitaria y económica? Es una pregunta que, hasta ahora, queda sin respuesta clara.
La reciente designación de Juan Carlos Duarte Duré, vía decreto número 72, marca uno de los primeros actos del nuevo periodo de gobierno de Santiago Peña.
¿Estamos presenciando un déjà vu? Recordemos que Duarte Duré ya había sido designado en Conatel por Mario Abdo en 2019, en reemplazo de Andrés Gubetich.
La principal inquietud que surge es: ¿Cuál es el criterio para estas designaciones? ¿Son méritos profesionales y capacidad de gestión los que prevalecen, o estamos ante un caso más de favoritismo político?
Es fundamental que el gobierno ofrezca explicaciones convincentes y transparentes ante estos movimientos que, a simple vista, generan desconfianza en la ciudadanía.
Conatel juega un papel fundamental en la regulación y supervisión de las telecomunicaciones en el país. Es imperativo que su liderazgo esté en manos de individuos íntegros y competentes.
El regreso de Duarte Duré al frente de esta institución, en medio de señalamientos por manejo irregular, plantea serios cuestionamientos sobre el compromiso del gobierno con la transparencia y la responsabilidad fiscal.
Fuente: ABC Color
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